La psicología positiva[i] es una rama de la psicología que se enfoca en estudiar los aspectos positivos del ser humano, como la felicidad, el bienestar, la satisfacción personal, la creatividad, el amor, la resiliencia y el sentido de la vida, entre otros. A diferencia de otras ramas de la psicología que se centran en el tratamiento de trastornos mentales y problemas emocionales, la psicología positiva busca entender y fomentar las emociones positivas, las fortalezas y virtudes humanas, y las experiencias que conducen a una vida plena y significativa.
La psicología positiva se basa en la idea de que, si bien los problemas emocionales son importantes y deben ser tratados, también es importante enfocarse en las fortalezas y recursos internos que las personas poseen para superar las dificultades y vivir una vida más plena y satisfactoria. La psicología positiva se ha utilizado en diversas áreas, como la educación, la psicoterapia, el trabajo, la salud, la felicidad y el bienestar en general, y ha demostrado ser una herramienta valiosa para ayudar a las personas a desarrollar y mantener una vida feliz y saludable.
La mayor dificultad a la que se enfrenta un docente en el aula es la de gestionar los malos comportamientos, las actitudes irrespetuosas y la falta de implicación y cooperación de los alumnos. La disciplina positiva ofrece herramientas para enfrentarse a situaciones conflictivas y poder resolverlas con mayor eficacia.
La herramienta de castigar o premiar, se ha convertido en la herramienta más habitual tanto en profesores como en los padres, pero los niños no aprenden las competencias para la vida mediante un sometimiento a normas estrictas ni mediante una permisividad que les niega la responsabilidad. Debido a esta situación, se convierte en imprescindible, la búsqueda de nuevos métodos para educar a los alumnos, que les puedan dotar de todos los recursos, habilidades y competencias necesarias para su vida adulta, para implicarse en la sociedad y para contribuir a construir un mundo mejor.
En la sociedad actual, los niños han perdido responsabilidades. Muchos padres sobreprotegen a sus hijos frente a la frustración, privándolos de la oportunidad de afrontar las dificultades de la vida. Los niños aprenden a ser responsables cuando se les brinda la oportunidad para aprender con su colaboración en la familia, en la escuela y en la sociedad. Su responsabilidad tiene que estar en relación directa con sus privilegios. Es por esta razón que deben establecerse límites y reglas y se debe trabajar en asegurarse su cumplimiento. Pero sin castigos ni recompensas, sin positivos o negativos, resulta difícil encontrar la manera de garantizar dicho cumplimiento.
La Disciplina Positiva se basa en la amabilidad y firmeza, pero la mayor parte de los adultos tienen dificultades para integrar este concepto. Esto se debe a que, en ocasiones, las nociones de amabilidad y firmeza se excluyen mutuamente.
Una de las afirmaciones más conocidas de Nelsen es “¿De dónde hemos sacado la idea loca de que, para que los niños lo hagan mejor, antes tienen que sentirse peor?” (Nelsen, 2006,p. XXI). Demasiada amabilidad sin firmeza puede convertirse en permisividad, mientras que demasiada firmeza sin amabilidad puede convertirse en autoritarismo. En este trabajo se pretende identificar este punto amable y firme a la vez que equilibra la balanza de la educación.
Se han producido importantes cambios en la sociedad en los últimos años, se hace imprescindible un cambio en el método educativo. En la actualidad, los adultos ya no dan un ejemplo o modelo de sometimiento y obediencia a la autoridad a sus hijos.
Comprender que los niños no se comportan como los de antes porque la sociedad ha cambiado, es fundamental para dar respuesta a una educación eficaz.
La psicología positiva puede tener un impacto positivo en la educación y en el aula de diversas maneras. Algunas de las formas en que la psicología positiva puede influir en la educación y en el aula son:
- Enfoque en fortalezas y virtudes: La psicología positiva se centra en el desarrollo de las fortalezas y virtudes de las personas, y esto puede ser aplicado en el aula para fomentar la autoestima, la confianza y la motivación en los estudiantes. Los profesores pueden ayudar a los estudiantes a descubrir y desarrollar sus fortalezas individuales, lo que puede llevar a una mayor autoconciencia, una mayor resiliencia y sensación de propósito en la vida.
- Entrenamiento en habilidades emocionales: La psicología positiva también se enfoca en desarrollar habilidades emocionales, como la empatía, la gratitud, la compasión, la resiliencia y la autorregulación. Los profesores pueden ayudar a los estudiantes a cultivar estas habilidades, lo que puede mejorar su capacidad para manejar el estrés, resolver conflictos, relacionarse con los demás y aumentar la sensación de bienestar en general.
- Clima positivo en el aula: La psicología positiva también promueve un clima positivo en el aula, que puede ser un ambiente de apoyo y seguridad para los estudiantes. Los profesores pueden fomentar un ambiente de clase positivo a través de técnicas como la gratitud, la apreciación, la celebración de los éxitos y la resolución positiva de conflictos.
- Enfoque en el aprendizaje basado en fortalezas: La psicología positiva se enfoca en el aprendizaje basado en fortalezas, lo que implica centrarse en las fortalezas y habilidades de los estudiantes en lugar de sus debilidades y deficiencias. Los profesores pueden utilizar el aprendizaje basado en fortalezas para motivar a los estudiantes y mejorar su autoestima, lo que puede conducir a un mayor rendimiento académico.
Aunque la psicología positiva tiene muchas ventajas y beneficios, también existen algunos posibles puntos negativos que se deben tener en cuenta. Algunos de ellos son:
- Riesgo de negación de las emociones negativas: La psicología positiva se centra en las emociones positivas, como la felicidad, el amor y la gratitud, y puede haber un riesgo de negar o minimizar las emociones negativas, como la tristeza, la ansiedad o el enojo. Es importante recordar que todas las emociones, tanto positivas como negativas, son una parte natural de la vida humana y deben ser reconocidas y manejadas adecuadamente.
- Falta de enfoque en problemas graves: La psicología positiva se enfoca en el bienestar emocional y la felicidad, pero no siempre es la mejor opción para abordar problemas graves de salud mental, como trastornos de ansiedad, depresión o trastornos de personalidad. En estos casos, puede ser necesario un tratamiento más específico y profesional.
- Posible falta de rigor científico: Algunas críticas a la psicología positiva señalan que no siempre se basa en una investigación rigurosa y científica, y que algunos de sus conceptos y técnicas pueden ser subjetivos o insuficientemente probados. Es importante recordar que, al igual que en cualquier otra rama de la psicología, se deben utilizar métodos rigurosos y científicos para evaluar la efectividad de las intervenciones y técnicas en psicología positiva.
- Riesgo de pensamiento excesivamente optimista: La psicología positiva puede fomentar un pensamiento excesivamente optimista, lo que puede llevar a expectativas poco realistas y desilusión. Es importante mantener una perspectiva realista y aceptar que la vida tiene altibajos, tanto positivos como negativos.
Rosa Amor del Olmo
[i] La psicología positiva es un campo relativamente nuevo en la psicología, pero ha habido muchos autores que han contribuido significativamente a su desarrollo y avance. Algunos de los autores más influyentes en la psicología positiva son:
- Martin Seligman: Considerado uno de los fundadores de la psicología positiva, Seligman ha escrito varios libros sobre el tema, incluyendo «Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and Well-being» y «Authentic Happiness: Using the New Positive Psychology to Realize Your Potential for Lasting Fulfillment».
- Mihaly Csikszentmihalyi: Csikszentmihalyi es conocido por su trabajo en la teoría del flujo, que se refiere a un estado de conciencia en el que una persona está completamente absorta en una actividad y pierde la noción del tiempo. Su libro «Fluir: Una psicología de la felicidad» es una obra clásica de la psicología positiva.
- Barbara Fredrickson: Fredrickson es conocida por su teoría del «amplio y construcción» que sugiere que las emociones positivas amplían nuestra capacidad para pensar y actuar, lo que a su vez construye nuestras reservas emocionales y físicas. Su libro «Positivity: Top-Notch Research Reveals the 3-to-1 Ratio That Will Change Your Life» es una de las obras más importantes de la psicología positiva.
- Sonja Lyubomirsky: Lyubomirsky es conocida por su trabajo en el campo de la felicidad y la gratitud. Su libro «The How of Happiness: A Scientific Approach to Getting the Life You Want» es una guía práctica para mejorar el bienestar emocional.
- Ed Diener: Diener es uno de los principales expertos en el estudio científico de la felicidad y el bienestar subjetivo. Es conocido por su trabajo en el desarrollo de medidas objetivas de bienestar subjetivo y por sus estudios en diferentes culturas sobre qué hace que las personas sean felices.
Estos son solo algunos de los muchos autores influyentes en la psicología positiva. Hay muchos otros investigadores y teóricos que han contribuido significativamente a este campo en constante evolución.
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