En el discurso político español, especialmente en sectores de la derecha, la inmigración parece reducirse a una cuestión geográfica y cultural restringida al sur del país, mientras se ignoran las dinámicas migratorias que afectan al conjunto de la nación. Las declaraciones recientes de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, son un claro ejemplo de esta visión parcial. Ayuso advirtió sobre los «problemas de convivencia» que supuestamente genera la inmigración en España, e incluso utilizó un argumento tan simplista como que «si tengo una hija, quiero que salga con su falda corta», insinuando que ciertos valores y libertades estarían en peligro debido a la llegada de inmigrantes. No se sabe a qué se refiere.
Si es a la manera de vestir, esta que escribe en su vida ha llevado una falda corta y no creo que me haya obligado nadie a llevarla larga y si las musulmanas llevan falda larga, me alegro de parecerme a ellas, aunque sea un poco. En cuanto a los africanos de diferentes países que vienen a nuestras costas, no tengo nada que decir, no vivo en un país en guerra, no paso hambre, no tengo la violencia que sufren ellos. Yo también me iría de mi país, pero estos africanos, ¡Queridos españolitos! los que hablan francés, no tienen ningún interés de quedarse en España, quieren ir a Francia o a otros países europeos. Solo tienen que pasar por España, claro. ¡Ya lo siento! Yo también me marcho de España, un país donde expulsan a los talentos y a la gente comprometida. ¡Es lo que hay!
A diferencia de estas mínimas ideas que aquí expongo hoy, pero que son innumerables y sin duda seguiremos hablando, recaigo en la idea de que de los latinos que vienen a nuestro país, nada se dice. Latinoamérica entera en España tocando el tan-tán felices y toda la sociedad contra los de Algeciras para abajo. A pesar de que se siente su odio contra nuestro imperialismo, parece que en tierra española les va bastante mejor. ¿Adaptarse? Tienen sus tiendas de comida peruana, colombiana…salas de fiesta con sus ritmos y bailes, una forma de vestir que, sin ir más lejos en Francia, les prohibirían ir así al instituto…en fin… Yo creo que los latinos sí nos han cambiado la manera de vivir, si es para mal, no lo voy a expresar aquí, porque sería una opinión y ahora no opino, solo comento titulares de nuestros políticos claramente dirigidos a sembrar el odio y el racismo.
Todo español argumenta: “se tienen que adaptar a nuestras costumbres” ¿qué costumbres? ¿la Semana Santa? No opino. Molesta mucho lo que no se controla, la gente tiene miedo ante religiones que no conoce y los ven como enemigos, porque con su soberbia no comprenden que esos grupos con sus costumbres y religiones demuestran que no les hace falta el país de acogida para “costumbrear”.
Este tipo de afirmaciones revelan una mirada sesgada que ignora las múltiples facetas de la migración. Se centra casi exclusivamente en el fenómeno que ocurre en el Estrecho de Gibraltar, «de Algeciras para abajo», y lo percibe como una amenaza uniforme, sin reconocer las profundas contribuciones que los inmigrantes han hecho y siguen haciendo en todo el país.
La derecha, al plantear el «reparto del problema» como una cuestión de seguridad y convivencia, olvida que la inmigración es una realidad mucho más amplia, que incluye a europeos, latinoamericanos, asiáticos y africanos, todos contribuyendo a la riqueza y diversidad cultural de España. Reducir el debate migratorio a clichés y a temores infundados solo fomenta la xenofobia y aleja la discusión de las soluciones reales que necesitan tanto los migrantes como la sociedad española en su conjunto.
La cuestión, no obstante, va más allá de los politiqueos, el periodismo más rancio y otros medios que publicar por publicar, incluso se atreven con titulares como: “Cerca de 250 inmigrantes marroquíes han saltado la valla de Melilla”, luego entras a la lectura y son mauritanos. “La policía envía refuerzos a Barajas para mediar en un incidente con 75 magrebíes que esperaban en una sala de asilo”, de una agencia Press internacional. Es como si solo vinieran personas del continente africano a delinquir y de paso si podemos ensuciar el prestigio y honorabilidad del pueblo musulmán, ¡pues ahí vamos!
Seguiremos
Por Rosa Amor del Olmo
Descubre más desde Isidora Cultural
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.