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El Transhumanismo o el post humanismo: una visión crítica, por Andrés Cascio

Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos;
¡tan corto es el vivir!

La Gloria y el Amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos

Gustavo Adolfo Bequer

Para el humanismo, no existe un único sentido «último» de la vida, depende de nosotros hacer que nuestra vida tenga sentido. 

El ser humano dotado de razón se acercaría a la excelencia vital y se alejaría de lo corpóreo y de las bestialidades propias de los animales. ¿No es acaso el ser humano un ser vivo que se distingue de los otros seres, por su capacidad e inteligencia racional y su capacidad gregaria de convivencia social? Así, la causa final del ser humano es el pensamiento racional, columna vertebral de la filosofía y del humanismo frente al animal humano, sus ejes son el pensamiento libre, la creatividad y su meta alcanzar su realización en tiempo que le toque vivir.

¿Porque entonces debería buscar trascender más allá y buscar el desequilibrio harmónico de la naturaleza? En mi opinión la búsqueda de la vida eterna responde a la insatisfacción y desengaño, de lo que su imaginación albergó creyéndose superior, pero que, sin embargo, la vida transcurrió, tal vez vegetando, sin mayor importancia que el ocio, el disfrute temporal, el desarrollo de la actividad física entendida como competición, al igual que el resto de su existencia, en lugar de la cooperación, la fraternidad y la convivencia intensa con los otros en reunión y en común.

La búsqueda de algo trascendente, de una vida más larga, de una existencia realizada en plenitud que consiga alcanzar una meta, un destino, por encima y por delante de los demás, ¿esto no es acaso, la manifestación bien pronta o tardía de una contante frustración?

Vivir es alcanzar la plenitud de acuerdo con un pensamiento libre, sin condicionamientos y moldeado por el sistema límbico. La afectividad, el amor son la argamasa que contribuye a fijar aquello que ha producido la razón y así se alcanza la plenitud. No hace falta vivir más, sino mejor.

Concepto de «transhumar»

“Non ragioniam di lor, ma guarda e pasa”

“No vale la pena perder el tiempo con lo que no lo merece”

Divina Commedia di Dante Alighie

El concepto de «transhumar» fue utilizado por primera vez por Dante Alighieri en su obra, «La divina commedia», entendiéndola como la experiencia elevada por la gracia, más allá de lo humano, hacia la realización total y trascendente en Dios.

Sin embargo, el concepto transhumanista de dicha palabra le fue dada por el biólogo Julian Huxley en 1927; hombre permaneciendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, a través de la realización de las nuevas posibilidades de y para su naturaleza humana.

Sin embargo, hoy, Los transhumanistas abogan por rediseñar la condición humana, incluyendo parámetros como el envejecimiento, la limitación del intelecto, la psicología indeseable, el sufrimiento y el confinamiento al planeta tierra.[i]

Algunas conceptualizaciones apuntan a experimentar para una mejora de la especie humana, factor que expusieron algunas de las más peligrosas ideologías del siglo XX o bien a mimetizar al ser humano, a través de la Inteligencia Artificial y especialmente por la robótica, en un ser trufado y compuesto, un homus artificius de origen natural, “he allí el hombre rey de la creación”.

El filósofo y politólogo estadounidense Francis Fukuyama llamó al transhumanismo “la idea más peligrosa para los sistemas democráticos” y lo describe como una amenaza para la esencia humana que atenta contra el principio de igualdad de todos los hombres: “¿Acaso el transhumanismo no viola de algún modo, la dignidad humana que es universal, algo que todos los individuos poseen sólo por el hecho de ser humanos?[ii]

Acuden a mi mente, fenómenos distópicos, que llevan mi pensamiento a estremecer. ¿es que acaso, alguien ha alcanzado la conclusión de que la inteligencia humana, las habilidades del ser humano, son insuficientes para la mejora y la superación de si mismo y de la sociedad? ¿Ya hemos conseguido desarrollar el máximo potencial de la estructura psíquica que necesitamos modificar la estructura neurológica o la base genética? o, por el contrario, ¿hemos renunciado al trabajo y al esfuerzo personal, al racionalismo y al desarrollo progresivo y aceptamos consecuentemente que la ignorancia ha vencido y vamos a preferir articular un mecanismo, que altere la condición natural?

Lo que debería averiguarse es si seguiremos o no perteneciendo a la especie homo sapiens, si todavía nos reconoceremos como hombres o mujeres.

Otro de los pioneros del transhumanismo, Hans Moravec, ha escenificado cómo podría desarrollarse la crucial operación de extracción de la mente para traspasarla del soporte biológico al tecnológico: “Le acaban de meter en el quirófano. […] Usted tiene a su lado un ordenador que espera convertirse en un equivalente humano. Lo único que falta para empezar a funcionar es un programa. [Mediante un bypass establecen un equivalente informático de una parte mínima de su cerebro]. Cuando usted aprieta el botón, una simulación del ordenador sustituye una pequeña parte de su sistema nervioso. Usted aprieta el botón, lo suelta y lo vuelve a apretar. No siente ninguna diferencia. En cuanto queda satisfecho, se establece permanentemente la conexión de la simulación. […] A medida que avanza el proceso, se va simulando y excavando su cerebro, capa tras capa. Finalmente, su cráneo se queda vacío […] Aunque usted no haya perdido la conciencia, ni siquiera el hilo de sus pensamientos, su mente ha pasado de su cerebro a una máquina7”.

El científico y futurista Ray Kurzweil cree que estamos acercándonos a lo que llama la «singularidad», el momento en el que las computadoras se vuelven lo suficientemente listas como para aprender solas. Sin lugar a duda, la transformación del hombre por el hombre conllevaría una transición a algo distinto.

El profesor Michael Sandel expone los problemas sociales que conllevaría el desarrollo de seres humanos mejorados en nuestra concepción del mérito, la libertad y responsabilidad, la inclinación a compartir nuestro destino con el de los demás y la concepción de los derechos humanos e individuales.

“ea res libera dicitur, quae ex sola suae naturae necessitate existit et a se sola ad agendum determinatur” define Spinoza al comienzo de La Ética.
«Se dice libre aquella cosa que existe por la sola necesidad de su naturaleza y está determinada por sí misma a actuar»

Las cosas no pueden más que aquello que necesariamente se sigue de su naturaleza determinada. Necesariamente todo lo que existe, existe de una manera determinada.

Pero permítaseme, observar a través de un espejo el otro lado de las cosas.

A More (2010) le debemos esta definición de la empresa transhumanista: “El transhumanismo es una clase de filosofía que busca guiarnos hacia una condición posthumana. El transhumanismo comparte muchos elementos del humanismo, incluyendo un respeto por la razón y la ciencia, un compromiso con el progreso, y una valoración de la existencia humana (o transhumana) en esta vida”.

Reconocemos aquí abiertamente el componente cientificista propio del humanismo ilustrado, pero combinado con un claro afán de superación de la naturaleza humana: “El transhumanismo –continúa More- difiere del humanismo en reconocer y anticipar las alteraciones radicales en la naturaleza y las posibilidades de nuestras vidas resultado de varias ciencias y tecnologías

Le debemos a la ciencia el principal camino de la razón y, por consiguiente, podría encontrarse en el camino de la superación, la transformación y la generación de un ser humano de mayor alcance, desarrollo y habilidades y aptitudes.

Pero aquellos seres humanos marginados en la pobreza y en el infradesarrollo ¿podrían acceder a mejorar o superar la iniquidad de aquella sociedad que lo condenó? Preguntémonos, ¿La tecnología avanzada acentuará la brecha entre ricos y pobres?

El transhumano es el ser humano mejorado física, cognitiva, moral o emocionalmente por medio de la tecnología. En un sentido amplio, ya tenemos a nuestro alrededor muchos seres transhumanos. Cualquier persona que tome medicamentos que potencien su vigor físico o sexual, su capacidad de atención o su memoria, o que tome antidepresivos, sería un ser humano biomejorado, y en tal sentido, un transhumano.[iii]

Sin lugar a duda que la aniquilación del planeta, la destrucción del medio ambiente, constituyen una seria amenaza, para la supervivencia de cualquier especie y especialmente para el ser humano amenazado por el cambio climático, por la desigualdad engendrada en las entrañas del capitalismo salvaje, en el marco de la concepción política de la ultraderecha del siglo XXI, de alcance universal y por la invasión o el fomento de la ignorancia, que avanza en los escenarios de la geopolítica mundial, y que favorece los intereses de una cierta ralea, pretendida alcurnia económica.

La desinformación, el entretenimiento circense, la manipulación de la comunicación sociopolítica son los instrumentos, que inducen a la gran “masa”, a mantenerse por debajo de los niveles cognitivos indispensables, para propulsar la mejora de los individuos, concebidos hasta hoy como una entidad bio psicosocial. Caldo de cultivo para abandonar la condición humana entendida como unidad psicosomática, la unidad cuerpo y alma, en la concepción de Platón, o también en el pensamiento cartesiano entran en cierta contradicción con la pretensión de los transhumanistas cibernéticos, aunque todos coinciden en que deben continuar fusionados ambos conceptos.

La mayor preocupación debería ser el propósito de elevar al ser humano, sumergido en los niveles mas inferiores a los que los condenó la desigualdad, a un nivel de subsistencia, que le permitiese un mínimo de tiempo para cultivarse, para superarse como ser humano, en lugar de vegetar angustiado, por la simple supervivencia miserable, en un estado primitivo. Es fácil aspirar al post humanismo en la sociedad occidental del pretencioso primer mundo. Sin embargo, esta dicotomía, es la que puede llevar a concebir como posible un futuro de distopía.

Por otra parte, habría que incidir en que el Transhumanismo puede considerarse la búsqueda de superación del humanismo, ir a un más allá trascendente, mientras que el posthumanismo llama la atención sobre la crisis del humanismo [Ranisch y Sorgner, 2014]. ¿Pero es acaso necesario superar el humanismo?, ¿no es acaso necesario ahondar en él, desde el pensamiento ilustrado?

La idea fundamental del posthumanismo es el rechazo del antropocentrismo biológico, ético y ontológico. El transhumanismo se centra en cambiar y mejorar las características humanas naturales mediante modificaciones biológicas, tecnológicas y cognitivas.

Mientras que el posthumanismo llama la atención sobre la crisis del humanismo, el transhumanismo es el heredero de este último. [iv]

Tal vez el futuro solo sea una especie de mentira bondadosa para aquellos que están próximos a la muerte o que temen la desaparición de la vida. El miedo a la pérdida me aproxima a la nada. Hoy es necesario más que nunca una visión holística e integradora, que, tras la observación, la demostración y la experiencia nos conduzcan a una explicación racionalizada y lógica.

“El hombre es un ser espiritual y las notas que caracterizan el espíritu son: La independencia, la libertad y la autonomía existencial frente a los lazos y

presión de lo orgánico”

Max Scheler

 (filósofo alemán conocido por sus trabajos sobre ética y antropología filosófica) 


[i] Trashumanismo, neuroetica y persona humana” (J. W. Vasquez del Aguila, E. Postigo Solana) – en Rev. Bioet 2015, 23 (3): 505 -12

[ii] “Trashumanismo, neuroetica y persona humana” (J. W. Vasquez del Aguila, E. Postigo Solana) – en Rev. Bioet 2015, 23 (3): 505 -12

[iii] Antonio Diéguez. Catedrático de Lógica y Filosofía Universidad de Málaga. Experto en Transhumanismo

[iv] Posthumanism vs. Transhumanism: From the “End of Exceptionalism” to “Technological Humanism” S. S. Merzlyakov# Moscow State University, Moscow, Russia


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