por Rosa Amor del Olmo

فاطمة بنت محمد الفهري

Fátima al-Fihri, apodada Oum al Banine o «Madre de los chicos», ocupa un lugar destacado en la historia como la fundadora de la universidad Al-Qarawiyyin en Fez, Marruecos, considerada por muchos como la primera universidad del mundo. Sin embargo, la figura de Fátima se sitúa en un terreno nebuloso entre el mito y la realidad, envuelta en una mezcla de hechos documentados y narrativas legendarias.

Nacida en Túnez alrededor del año 800, Fátima fue criada en un hogar donde la educación y la religión eran fundamentales, ideales fuertemente inculcados por su padre, un próspero comerciante. La vida de Fátima tomó un rumbo decisivo tras el fallecimiento de su esposo, padres y hermanos, heredando una considerable fortuna que decidió emplear en beneficio de su nueva comunidad en Fez, en lugar de su propio beneficio personal.

En el año 859, con los fondos heredados, Fátima fundó la mezquita de Al-Qarawiyyin. Lo que comenzó como una simple madraza dedicada a la enseñanza de los principios del Islam, se transformó gradualmente en un complejo educativo que abarcaba múltiples disciplinas académicas. Este establecimiento no solo alteró la estructura educativa de la época, sino que también se convirtió en un faro de erudición que atrajo a estudiantes y académicos de todo el mundo islámico y más allá.

A lo largo de los años, Al-Qarawiyyin expandió su oferta académica para incluir campos del saber como la filosofía, la astronomía, las matemáticas y la medicina, adquiriendo finalmente las características de una universidad en el sentido más moderno. Este crecimiento refleja la visión de Fátima de un centro de aprendizaje que trascendiera las enseñanzas religiosas para explorar diversas ramas del conocimiento humano.

“Oriental Woman” by Jean-François Portaels, Wikimedia Commons

¿Por qué Fátima al-Fihri decidió construir una mezquita? Fátima era una ferviente creyente. Tras los fallecimientos de su padre y su esposo, heredó una enorme suma de dinero. Decidió utilizar este dinero para construir una mezquita. En aquel momento, su comunidad musulmana en Fez tenía una necesidad urgente de una mezquita lo suficientemente grande para acoger a un número creciente de creyentes. Después de comprar un terreno a un hombre de la tribu «Hawaara», Fátima comenzó su proyecto de construcción al inicio del mes de Ramadán del año 254 de la Hégira, que corresponde al año 859 después de Jesucristo.

La universidad de Al Quaraouiyine trabaja para la formación de investigadores y eruditos

Desde el siglo X, la famosa mezquita de Al Quaraouiyine se convierte en el primer instituto religioso y la universidad árabe más grande de África del Norte. Atrae a numerosos estudiantes y científicos de renombre. Se organizan regularmente simposios y debates. Según los documentos disponibles, se crearon cátedras de enseñanza en la universidad y en otras anexos de Fez. Estos mismos documentos mencionan la existencia de un gran número de bibliotecas.

La legitimidad de Al-Qarawiyyin como la primera universidad del mundo ha sido objeto de debate entre historiadores. La UNESCO ha reconocido a Al-Qarawiyyin como la universidad más antigua en funcionamiento continuo, pero algunos académicos señalan que inicialmente la institución se centraba únicamente en la enseñanza religiosa. No fue hasta mucho después, particularmente durante la administración colonial francesa, que la institución incorporó un espectro más amplio de disciplinas académicas, convirtiéndose en un verdadero centro de educación superior.

A pesar de estas controversias, el impacto cultural y educativo de Al-Qarawiyyin es indiscutible. Fátima al-Fihri no solo fundó una institución que se convertiría en un cruce de caminos para las principales tradiciones religiosas y culturales de su tiempo, sino que también estableció un legado duradero que desafía las concepciones tradicionales del papel de la mujer en la sociedad musulmana medieval.

En 1940, la universidad abrió sus puertas a las mujeres, y en 1960, bajo el reinado de Mohamed V, recibió el estatus oficial de universidad. Este reconocimiento no solo confirmó la posición de Al-Qarawiyyin como pilar de la educación en Marruecos, sino que también reafirmó el legado de Fátima como una pionera en la promoción de la educación y la igualdad.

Aunque algunos detalles de su vida puedan estar adornados por el paso del tiempo y la reinterpretación cultural, la historia de Fátima al-Fihri es un poderoso recordatorio de cómo una persona puede influir y transformar su sociedad. Su historia continúa inspirando a generaciones y sirve como un testimonio elocuente del impacto perdurable que puede tener la visión y el compromiso con la educación. En última instancia, más allá de los debates sobre su autenticidad histórica, lo esencial es cómo su legado ha influido en la educación y la cultura, beneficiando a innumerables generaciones posteriores.

¿Qué recuerdos ha dejado Fátima al-Fihri?

Fátima al-Fihri misma es considerada como una santa y es muy respetada entre los creyentes, especialmente en Fez. En 2017, se creó un premio en su honor en Túnez. Este premio reconoce las iniciativas que promueven el acceso de las mujeres a la formación y a las responsabilidades profesionales. Además, un programa académico y una beca de estudios otorgados a estudiantes de Europa y del Norte de África rinden homenaje a Fátima al-Fihri.