Ante la dramática escalada de violencia en Beirut en las últimas 24 horas, incluyendo un ataque aéreo israelí que asesinó al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha expresado su profunda preocupación por la situación. Estos eventos marcan un aumento en las tensiones a lo largo de la línea de separación en el sur del Líbano, en medio del prolongado conflicto en Gaza.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en un comunicado urgente, destacó la necesidad de detener el ciclo de violencia y alejarse del «borde del abismo». «Ni el pueblo del Líbano, ni el de Israel, ni la región en su conjunto, pueden permitirse una guerra total», afirmó Guterres. Además, hizo un llamado a todas las partes a comprometerse con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual busca el cese de hostilidades y una zona desmilitarizada para evitar escaladas futuras.
En el frente humanitario, los recientes ataques han provocado una nueva ola de desplazamientos masivos. UNICEF ha ampliado sus operaciones de ayuda, proporcionando refugio y suministros de emergencia a más de 5000 personas afectadas. Por otro lado, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reporta un aumento rápido en el número de personas que buscan refugio en la frontera entre Líbano y Siria.
Philippe Lazzarini, responsable de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), también ha reaccionado, indicando que se han habilitado siete refugios de emergencia en todo el país, actualmente acogiendo a 1600 personas, incluyendo ciudadanos libaneses y refugiados palestinos y sirios. «Muchos están traumatizados debido a los continuos bombardeos y la incertidumbre», señaló Lazzarini, quien advirtió que una expansión de la guerra solo traería más sufrimiento a los civiles y pidió protección para ellos y para las infraestructuras civiles.
30/9/2024
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