
Eduardo Montagut
La lactaria era una columna erigida en Roma, en el Foro Holitorium, es decir, uno de los dedicados a actividades económicas, situado en la colina del Capitolio, el Teatro Marcelo, el Foro Boario y el Portus Tiberino.
Festo explica que la columna se denominaba así porque ante ella se llevaban niños recién nacidos para alimentarlos con leche. Esta alusión permite deducir que habría algún tipo de organización donde madres y padres pobres podían conseguir leche para sus bebés, o también podía constituir un espacio donde poder contratar nodrizas. La columna Lactaria se situaba cerca del Templo de la Pietas donde había una pintura de la conocida como Caritas romana que, como es sabido, era una mujer que daba su leche a un padre anciano.
Por otro lado, había madres que llevaban a sus recién nacidos por cuestiones supersticiosas, algo nada infrecuente en un pueblo con un índice altísimo de superstición. Pero también es cierto que se dejaban niños por parte de padres y madres muy pobres que no podían alimentarlos o por pura inhumanidad. Quedaban expuestos en el pedestal de la columna en una especie de nicho. Juvenal explica, por su parte, que era frecuente que mujeres de condición social elevada o, al menos, sin problemas económicos, acudiesen al lugar para tomar alguna de las infelices criaturas. La columna se debió destruir con la construcción del Teatro Marcelo hacia el 40 a.C. En todo caso, cierta tradición se mantuvo porque los vecinos ofrecían libaciones de leche a un dios púnico que se romanizó como Mercurio Sobrius. Y curiosamente, hasta principios del siglo XX, en una plaza adyacente los romanos podían contratar nodrizas.
Así pues, es sumamente sugerente comprobar que una realidad romana se ha ido manteniendo, con diversas adaptaciones, hasta casi nuestro tiempo.
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