Cuatro poemas de El oficio de las pirámides

Luis Ángel Marín y Rosa Amor del Olmo

TESTAMENTO
La perla más perfecta
la que delata el sacrilegio de la oscuridad
y los incunables del delirio
es la Muerte recubierta de Vida.
Ni siquiera la ambrosía del viento
ostenta el poder de su secreto.
Mas no deja de ser una batalla
imperfecta donde el No Ser
se siente tentado por el alma.
Desde el primer nacimiento
el hombre ha sido persignado por el Miedo.
Cuando penetra en la penumbra
tiene la bendición del Silencio
y el mar deja de disparar
los venablos estruendosos del la roca.
La existencia tiene forma
de agujero negro y su esperma a veces
no fecunda al Poema cuando ladra.
Sólo el superhombre puede descender
hasta la Verdad, descifrar el canto
de la libélula, y burlar los barrotes del sufragio.
Vivir en el Olvido es la única
forma de resurrección
la orilla donde habita la botella de champagne
y el signo que oculta la Muerte en padrenuestros.

Luis Ángel Marín

ORÁCULO
(en mi estudio)
Tengo la sensación de no estar.
Es tanta la oquedad que vaga entre
las manos
es tanta la noche que murmura en
las paredes.
Cada lienzo me lleva a la soledad
insepulta
y allí penetro en lo sordo.
Los colores me persiguen con puñados
de música que buscan en mi lápiz
su verdad.
La Luz siempre será mi testamento.

Luis Ángel Marín

EÓN SIN EDAD
No por ser artista dominas la edad
Ni el espíritu de la condena creativa.
La imagen icónica no te devuelve a la idea
Como no te devuelve la muerte a la vida.
He sancionado unos impulsos
Que venían a querer ser verso, he negado
Su inmortalidad, acaso su existencia…
No, no existen, tan solo en un bucle
Imaginario de reencarnación y de muerte.

Rosa Amor

RAZONABLE CUERPO
Yo he juzgado que no es preciso
Mezclar formas con pirámides del alma
Ni espíritus con razonables cuerpos
De una materia que morirá.
La verdadera unidad no puede comenzar
Por un milagro,
Comenzará por un principio
Seguido de una aniquilación.
Así son los yugos materiales
Que unen falsas almas con
Falsos hombres que perturban
Las leyes e imaginan una mentira
Tan eterna como sus conciencias.
Si el hombre quiere, busca acuerdos
Y encuentros desorganizados
De puertas con portazos
Aquí y allá y también acullá.