Luisa Genoveva Carnés Caballero, también conocida bajo los seudónimos de *Clarita Montes* y *Natalia Valle*. Carnés, nacida en Madrid el 3 de enero de 1905 y fallecida en México el 12 de marzo de 1964, es recordada como una prolífica figura de las letras españolas. Militante comunista, se exilió en México tras la guerra civil española, dejando un legado literario y periodístico de gran relevancia.

Nacida en una familia humilde, Carnés fue la mayor de seis hijos. Su padre era barbero y practicante, y su madre, sastra. A los once años, Luisa dejó la escuela para trabajar en el taller de sombreros de su tía, pero pronto cambiaría este oficio por el de obrera en una pastelería. En una entrevista realizada en 1930, ella misma relató que a esa temprana edad ya surgían en su mente preguntas y reflexiones sobre la vida, que la acompañarían durante toda su existencia.

Fue una lectora autodidacta que, debido a las limitaciones económicas, se nutría de folletines y novelas baratas, hasta llegar a los grandes clásicos como *Cervantes*, *Dostoievski* y *Tolstói*. Mientras trabajaba como telefonista y mecanógrafa, conoció a su primer esposo, el dibujante Ramón Puyol, con quien tuvo a su hijo Ramón.

Carnés destacó no solo por su narrativa, sino también por su activismo. Como militante del Partido Comunista de España, apoyó el sufragio femenino junto a Clara Campoamor, y durante la Guerra Civil escribió artículos y obras teatrales en defensa de la causa republicana. Tras la derrota republicana, escapó a Francia y, gracias a la intervención del presidente mexicano Lázaro Cárdenas, logró exiliarse en México, país que se convertiría en su hogar hasta su fallecimiento en un accidente de coche en 1964.

Un legado literario de gran alcance

La obra de Carnés incluye alrededor de diez novelas, sesenta cuentos, cientos de crónicas y varias piezas teatrales. Su primera obra impresa fue *Peregrinos del calvario* en 1928, una serie de novelas breves que ya demostraban la madurez de su estilo. A esta le siguió *Natacha* en 1930, que retrataba la vida en un taller textil y recibió el reconocimiento de la crítica.

En 1934, publicó *Tea Rooms. Mujeres obreras*, una novela-reportaje que retrata la vida de las mujeres trabajadoras en España, y que fue reeditada en 2016. Esta obra, considerada su más importante, fue llevada al teatro en 2022 bajo la dirección de Laila Ripoll.

Carnés continuó su producción literaria durante su exilio en México, donde escribió la novela *El eslabón perdido*, sobre el conflicto generacional entre exiliados y sus hijos. También destacan sus obras de teatro *Cumpleaños* y *Los vendedores de miedo*, ambas publicadas en México.

La periodista comprometida

Aunque su carrera como periodista en España fue breve, Luisa Carnés se destacó durante la República, colaborando en medios como *La Voz* y los semanarios *Estampa* y *Crónica*. Fue pionera en el periodismo de inmersión, abordando temas sociales y humanos, como en su famoso reportaje «Una mujer busca trabajo» de 1934. Durante la Guerra Civil, continuó su labor periodística en medios como *Mundo Obrero*, *Altavoz del Frente* y *Frente Rojo*.

En México, continuó escribiendo bajo el seudónimo de *Clarita Montes* y colaboró en importantes medios mexicanos como *El Nacional* y *La Prensa*. Además, fue directora de la revista *Mujeres Españolas*, órgano de la Unión de Mujeres Antifascistas Españolas.

Un testimonio de la España exiliada

Luisa Carnés fue más que una escritora y periodista. Fue una mujer comprometida con la justicia social, la igualdad de género y la lucha antifascista. Su vida y obra son un testimonio de una España marcada por la guerra, el exilio y la esperanza de un futuro mejor.

Con esta semblanza, recordamos hoy a una mujer cuya pluma nunca dejó de luchar por los más vulnerables, y que a pesar del olvido al que fue relegada durante muchos años, hoy vuelve a ocupar el lugar que le corresponde en la historia de las letras y el periodismo.

Hoy, además de repasar la vida y obra de la escritora y periodista Luisa Carnés, nos llega una noticia que marca un nuevo hito en el reconocimiento de su legado. **El PSOE ha propuesto al Gobierno la creación de un premio literario en su nombre**, destinado a honrar su memoria y destacar el talento de mujeres periodistas y escritoras emergentes.

Esta propuesta llega en el marco de la conmemoración del 60 aniversario de su fallecimiento en México, donde Carnés pasó sus últimos años de exilio. El PSOE ha registrado la iniciativa en el Congreso, señalando que **Luisa Carnés no solo fue una narradora excepcional que reflejó la realidad de su tiempo**, sino también una firme defensora de los derechos de las mujeres. Su obra más conocida, *Tea Rooms. Mujeres obreras*, publicada en 1934, expone las dificultades que enfrentaban las trabajadoras, abordando temas como el machismo y las desigualdades de clase que aún resuenan en la sociedad actual.

Con esta iniciativa, el PSOE pretende fomentar la difusión del legado de Carnés en colaboración con instituciones como el Instituto Cervantes y ferias internacionales del libro. Esto no solo busca reconocer su influencia como una de las grandes escritoras de la Generación del 27, sino también **resarcir el olvido que sufrió durante años, relegada en la memoria histórica de la literatura española**. Sin embargo, gracias a las recientes reediciones de sus obras, su figura está resurgiendo y se le está devolviendo el lugar que siempre debió ocupar.

El premio literario propuesto no solo serviría para honrar la memoria de Carnés, sino también para ofrecer una plataforma de reconocimiento a nuevas voces femeninas en el periodismo y la literatura, siguiendo el ejemplo de lucha y valentía que ella demostró a lo largo de su vida.

Con esto, **Luisa Carnés se consolida no solo como una escritora esencial del siglo XX, sino también como una figura clave en la defensa de los derechos de las mujeres**, un legado que sigue vigente y que, ahora más que nunca, merece ser celebrado.

Esta es la historia de una mujer cuya pluma y voz continúan resonando, y con iniciativas como esta, su legado está destinado a perdurar.

Rosa Amor del Olmo