Esta página utiliza cookies para mejorar su experiencia. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.

«La escuela laica: Miguel Morayta» por Eduardo Montagut

El destacado masón, historiador y político republicano Miguel Morayta reflexionó en el número de enero de 1910  del Boletín del Gran Oriente Español, del que era gran maestre, sobre las escuelas laicas https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/espana-escuela-publica-laica-mision-imposible/20240129140453222702.html. Queremos recuperar su pensamiento, al respecto, en este breve por la justificación de la existencia de las mismas en virtud de la libertad de enseñar.

Morayta recordaba el Concordato de 1851 en el que se especificaba que la religión católica sería la “única de la nación española”, y que la educación en todos los niveles sería conforme a la doctrina de la religión católica, planteando, por lo demás, que la propia Iglesia realizará una labor inspectora sobre las escuelas, incluidas las públicas. Recordaba también como Facundo Ríos y Portilla no había podido hacer oposiciones a cátedra porque había escrito en el discurso al presentarse a las mismas unas proposiciones que fueron consideradas de “dudosa religiosidad”, aunque luego la Santa Sede, estando ya la cátedra provista, había declarado como ortodoxas. Pero también aludía en su artículo a su propia experiencia personal cuando se le abrió expediente sobre  sus afirmaciones en relación con la mortalidad del diablo.

El Concordato de 1851 especificaba que la religión católica sería la “única de la nación española” y que la educación en todos los niveles sería conforme a la doctrina de la religión católica

Era verdad que el Bienio Progresista –continuaba su repaso histórico- había hecho “trizas” el Concordato, pero llegaría la reacción con Narváez, y por decreto-ley se habría restablecido con toda su fuerza. Luego llegaría la Revolución Gloriosa, que también habría legislando destruyendo el articulado del Concordato. Curiosamente, al comenzar la Restauración nadie se acordó de promulgar un decreto como el de Narváez, ni tan siquiera Cánovas, en opinión, siempre, de nuestro autor.

La Constitución de 1876 había establecido en su artículo número 11 que nadie podía ser molestado en España por sus opiniones religiosas, “salvo el respeto debido a la moral cristiana”. Para Morayta esto estaría en contra de lo establecido por el Concordato, aunque, curiosamente no aludía en su artículo al famoso hecho protagonizado por el ministro Orovio que provocaría como reacción, la creación de la Institución Libre de Enseñanza

Los librepensadores se lanzaron a abrir escuelas laicas. Los primeros habían sido los “Amigos del Progreso”

Pues bien, Morayta afirmaba que, en consecuencia del marco constitucional establecido, se dio un decreto de 3 de marzo de 1881 por el que a todos los profesores de todos los niveles educativos se les otorgaba el derecho a proceder libremente tanto en la investigación como en la enseñanza, siempre y cuando se respetase la moral cristiana.

Pero la jerarquía eclesiástica reaccionaría, aprovechando, por ejemplo, el discurso de Morayta en la apertura del curso 1884-1885 en la Universidad Central, pero la libertad de cátedra prevaleció. Eso alentó a los librepensadores porque se lanzaron a abrir escuelas laicas. Los primeros habían sido los “Amigos del Progreso”.

En consecuencia, Morayta afirmaba que por decirlo la Constitución, las disposiciones vigentes y la interpretación que había merecido a liberales y conservadores, la escuela laica tenía perfecto derecho a existir.

La escuela laica no correría peligro, pero consideraba que estaba en crisis, por lo que había que fortalecerla.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Descubre más desde Isidora Cultural

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Related Posts

Leonor Plantagenet: una reina inglesa en el trono de Castilla

Marta Poza Yagüe, Universidad Complutense de Madrid En septiembre de 1170 se celebraron en Tarazona (actual provincia de Zaragoza, España) los esponsales entre Alfonso VIII, rey de Castilla, y Leonor…

Read more

«José Ingenieros, un intelectual, tal vez olvidado» por Andrés Cascio

De aquellos que vegetan moldeados por el medio «La imitación es la forma más sincera de admiración con la que puede pagar la mediocridad a la grandeza». Oscar Wilde José Ingenieros (1877–1925)…

Read more

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los textos de Opinión

El «gran hermano» del registro de viajeros

El «gran hermano» del registro de viajeros

¿Por qué es necesaria la socialdemocracia?: la vigencia del estado del bienestar, por Eduardo Montagut

¿Por qué es necesaria la socialdemocracia?: la vigencia del estado del bienestar, por Eduardo Montagut

Las críticas veladas de «Au moulin de la galette», un oleo sobre lienzo de Ramón Casas (1866-1932)

Las críticas veladas de «Au moulin de la galette», un oleo sobre lienzo de Ramón Casas (1866-1932)

Contracaras: los peligros de la psicología positiva

Contracaras: los peligros de la psicología positiva

Fraseología y código restringido: pilares en el dominio del español

Fraseología y código restringido: pilares en el dominio del español

Temu y el desafío ético: cumplimiento de los derechos del consumidor en grandes plataformas digitales

Temu y el desafío ético: cumplimiento de los derechos del consumidor en grandes plataformas digitales

El universo del Principito, una reflexión sobre la odisea espiritual del migrante, por Rosa Amor

El universo del Principito, una reflexión sobre la odisea espiritual del migrante, por Rosa Amor

Amnesia, por Rosa Amor

Amnesia, por Rosa Amor

¿Para qué sirve el patriotismo en España?

¿Para qué sirve el patriotismo en España?

IA y el futuro del trabajo: navegando entre la promesa de progreso y el desafío de la equidad

IA y el futuro del trabajo: navegando entre la promesa de progreso y el desafío de la equidad

Los días cotidianos, el fígaro aniquilador, vericuetos, por Rosa Amor del Olmo

Los días cotidianos, el fígaro aniquilador, vericuetos, por Rosa Amor del Olmo

¿Quién es hoy samaritano y quién judío?, por Rosa Amor

¿Quién es hoy samaritano y quién judío?, por Rosa Amor

Descubre más desde Isidora Cultural

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Esta página utiliza cookies para mejorar su experiencia. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.