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Errico Malatesta, el talento inquieto del pensamiento anarquista, por Andrés Cascio

Las ideas, el libre pensamiento,

sin dios ni amo.

Desde la década de 1860, el anarquismo empezó a introducirse en Latinoamérica debido a las fuertes emigraciones, especialmente desde España y con un papel particular de los emigrantes italianos en Argentina, ​ concretándose los primeros grupos de acción.

También en Argentina la revolución rusa generó un entusiasmo inicial que pronto fue sustituido por una actitud crítica, al entender, tal vez, el rumbo autoritario del bolchevismo, denunciado por Kropotkin en su correspondencia con Lenin, a pesar de la fortaleza del partido comunista, a principios del siglo XX.

El anarquismo comunista promueve la asociación voluntaria sin Estado, sin diferencia de clases e igualitaria, a través de la propiedad comunitaria o la socialización de los medios de producción, servicios y bienes de consumo. El anarco comunismo enfatiza la experiencia colectiva como distinta e importante en la búsqueda de la libertad individual.  ​

Algunos de los teóricos anarco comunistas más destacados fueron, sin lugar a dudas Piotr Kropotkin, pero también los italianos Luigi Fabbri, Errico Malatesta,  y Carlo Cafiero, destacando el primero por su militancia en Uruguay , y los dos segundos que lideraron importantes corrientes en Argentina.

La base esencial del pensamiento que esparcirá el conocimiento y la ideología, también en América Latina se asienta en el discurso del príncipe Piotr Kropotkin quien fue uno de los más importantes teóricos del anarquismo. ​ Inspirado por teorías sociales evolucionistas, en vez de glorificar la competición, como la mayoría de los darwinistas sociales, Kropotkin entendía que la cooperación es la clave del éxito evolutivo, y que los seres humanos eran la especie con una mayor posibilidad de mayor éxito por su capacidad de cooperar efectivamente, de ese modo, Kropotkin creía que el último estadio evolutivo en las sociedades humanas era una vida social donde la competición no existiría y la gente debería cooperar en igualdad de términos, libre y naturalmente.

Hacia 1880 había tres concepciones anarquistas vigentes, el colectivismo en España; la individualista-mutualista en Estados Unidos y el anarco comunismo, que se difundía en el resto de Europa. 

El anarco comunismo, formulado por primera vez en la sección italiana de la Primera Internacional por los antes mencionados Carlo CafieroErrico Malatesta y también Andrea Costa, entre otros.

Tras el eclipse del anarcosindicalismo, las ideas anarquistas reemergieron en el contexto de los movimientos estudiantiles y antiautoritarios de la década de 1960. ​Su influencia ha continuado en algunos movimientos de autogestión de trabajadores, agrupaciones políticas que impulsaron y aún impulsan una alternativa al cambio, para sacudirse el capitalismo autoritario, han ido surgiendo corrientes que propugnan desde la liberación animal, al surgimiento del pacifismo , y especialmente y con destacada fuerza el  feminismo, la  liberación homosexual, y el ecologismo radical. Distintos gritos desgarrados, que claman por la igualdad, la cooperación y en la experiencia colectiva, basada en la razón, la tolerancia y el respeto a las diferencias y la afirmación de los derechos inexcusables que obtiene todo ser humano por el hecho de serlo.

En este último cuarto de siglo, desde el libertarismo se ha abierto una herida, dando lugar al individualismo anarquista estadounidense que ha sido abanderado por el anarcocapitalismo, una tendencia significativa que ha generado un proceso de involución en Argentina y que esparce su contagio a lo largo y ancho del mundo occidental. Claramente, el cateto opuesto a la unión fraternal por la hipotenusa plateada por los ideólogos del anarquismo, que toma asiento en el lado contrario al individualismo.

Errico Gaetano Maria Pasquale Malatesta, más conocido como Errico Malatesta, fue un anarquista italiano, nacido Santa Maria Capua de Vetere Campania, en 1853, considerado uno de los principales teóricos del anarquismo moderno, que bajo la impresión de la Comuna de París en 1871 se volcó al socialismo, el naciente evangelio de la redención social, que, en Italia, nació anarquista. Al año siguiente, Malatesta tuvo su primer encuentro con Bakunin en el congreso de St. Imier, donde la fundación de la Internacional federalista marcó el nacimiento del movimiento anarquista. En las siguientes seis décadas el nombre de Malatesta estaría ligado a la historia de ese movimiento.

Vivió la mayor parte de su vida adulta en el extranjero como exiliado y obrero, en países de fuerte migración italiana y presencia anarquista: Francia, Bélgica, Suiza, Egipto, EE.UU. y especialmente en Inglaterra, concretamente en Londres y desde luego en Argentina donde dejaría una huella imborrable.

En edad juvenil abraza los ideales republicanos de Giuseppe Mazzini.

Con la llegada de Mussolini, Malatesta es procesado por su participación antifascista en varias revistas. Prisionero en su domicilio, aislado y reprimido por el fascismo, muere el 22 de julio de 1932 en Roma. Malatesta retratado por su compañero de exilio en Londres, Pedro Kropotkin a comienzos del siglo veinte, con la cita: “Malatesta era un estudiante de medicina, que hubo abandonado la profesión médica y también su fortuna por el bien de la revolución; lleno de fuego e inteligencia, un idealista puro” 

Malatesta contribuyó por igual al movimiento anarquista con su acción y con su pensamiento, que no concebía separados. Sus escritos Fra Contadini (Entre Campesinos), L’Anarchia (La Anarquía), y Al Caffè (En el Café) están entre los más grandes «best-sellers» anarquistas de todos los tiempos

Malatesta define la anarquía en una sola frase: “La anarquía, en común con el socialismo, tiene como base, como punto de partida, como ambiente esencial, la igualdad de condiciones; tiene como faro la solidaridad y la libertad es su método” En su referencia a los valores estándar de la Revolución Francesa, égalité, fraternité, liberté, la definición podría parecer un cliché. Pero, tras su engañosa simplicidad, expresa una concepción cabal y original del anarquismo, que descansa sobre el rol asignado a cada uno de esos valores estándar.

La igualdad de condiciones significa el acceso o la gobernanza común de los medios de producción, pues no puede haber igualdad de condiciones cuando una clase, deberíamos decir unos grupos de presión, Lobbys o alianzas espurias monopolizan los medios de producción, el capital y manipulan a través de la comunicación y de las nuevas tecnologías un mercado, pretendidamente libre, que sin lugar duda es un mecanismo manipulado. Por ende, se está describiendo aquí la necesidad de una sociedad socialista. En su pensamiento solo la igualdad garantizará el equilibrio y la equidad y desde una considerable distancia, en el tiempo y en la concepción, es también una de las afirmaciones de Thomas Piketti.

Malatesta explica que la anarquía «no es la perfección, no es el ideal absoluto que como el horizonte retrocede tan rápido como nos acercamos a él; sino que es la vía abierta a todo progreso y a toda mejoría para el beneficio de todos»

Finalmente, al abogar por la libertad como método, Malatesta está reafirmando la iniciativa libre en contraste con el socialismo autoritario y se alinea con librepensamiento.[i]

Su pensamiento post-materialista abre una corriente, hasta el momento inexistente en la teoría anarquista, hecho que le llevará a un conflicto ideológico con el mismo Kropotkin al que considerará cercano al positivismo. Sus teorías influirán en las nuevas corrientes filosóficas que surgen a fines del siglo XIX y comienzos del XX en torno al neokantismo y neoidealismo. Sin duda se podrá acusar de utopía, sin embargo, sin esa base conceptual no será posible el progreso.

Malatesta, afirma que el anarquismo es un ideal ético y social propuesto a la voluntad libre de los hombres, siendo la anarquía un orden natural, armonía de necesidades e intereses de todos, libertad completa en el sentido de una solidaridad. Afirma, así mismo, que la voluntad y la conducta del hombre no están predeterminados y por lo tanto el hombre se forma socialmente. La socialización y la construcción del pensamiento que anida en un interior sano, construyen al hombre, entendido de manera genérica.

La gran diferencia con Kropotkin que los distanció definitivamente, fue la postura ante la Primera Guerra Mundial: mientras Kropotkin apostaba por la intervención de los obreros en la guerra junto con Francia e Inglaterra, Malatesta fue un fervoroso opositor a la participación de los obreros en la guerra, viéndola como una simple lucha entre dos bandos igualmente imperialistas y pro-capitalistas.

Representación del pensamiento en soledad I’m photographer Email: abedinzade.shima@gmail.com

Textualmente cita que:

«lo que queremos hacer por la fuerza es poner en común los terrenos, materias primas, instrumentos de trabajo, edificios y todas las riquezas que actualmente existen» (algunos anarquistas interpretan que esto se refiere no al establecimiento del comunismo sino a la toma de los medios de producción por parte de los trabajadores que los ponen en funcionamiento, esta interpretación tiene mucho sentido pues es lo que propone en el mismo texto del que está sacada esa cita).

A pesar de esta afirmación, en un segundo momento de su vida, Malatesta sustituye este dogmatismo económico entorno al anarco comunismo por otra idea: la de que cada localidad de personas experimente su sistema económico (mutualismo, cooperativismo, colectivismo u otro sistema que asegure los objetivos).

Según Malatesta, el anarquismo tiene una única razón de ser, y es la rebelión moral contra la injusticia. El anarquismo nace cuando alguien ve que las causas de todo mal son las luchas entre los hombres con el dominio de los vencedores y la explotación de los vencidos; la sumisión de unos ante los otros a lo largo de la historia, con el consecuente nacimiento del capitalismo, el estado y la propiedad privada.

Su antiindividualismo se da a conocer cuando Malatesta afirma que es imposible la existencia del individuo fuera de la sociedad. Es más, el individuo humano existe gracias a la sociedad, el entorno y la historia; entendiendo su existencia como resultado de incontables generaciones pasadas y también como resultado de la colaboración solidaria entre sus contemporáneos.

Hoy la lucha continúa, desde la ética, el respeto y la tolerancia, contra un manto universal de mentiras, y más que nunca se hace necesario acabar con el patrioterismo, aboliendo fronteras y trabajando por la confraternización de los pueblos, con el refuerzo de una socialización positiva y en provecho de la cooperación mutua.


[i] Referencia: El viejo Topo

1 Referencia: El viejo Topo
https://sobrelaanarquiayotrostemasvidayobradepensadoresy.wordpress.com/2017/12/0
9/errico-malatesta-vida-y-obra/


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